No es que un empate sea el mejor resultado y menos en condición de local, pero a como andaba el diablo, siete victorias en fila y un promedio de más de tres goles por partido, la realidad es que Xolos de Tijuana acabó de cierta manera satisfecho frente al campeón y líder Toluca.

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Ambas escuadras firmaron un insípido empate sin goles, pero benefició a los dos ya que los mexiquenses siguen tranquilos en la cima de la clasificación y los fronterizos se metieron a sexto lugar de la tabla, mismo que da un pasaje directo a la liguilla.

El encuentro resultó bastante descafeinado, en el papel las dos escuadras poseen argumentos para jugar un poco más, pero se guardaron. Xolos no salió a buscar al campeón a pesar de ser local, sabía de los riesgos y por su lado Diablos Rojos decidió tener bastante calma sin apresurarse en ningún momento, tampoco es que tuviera la necesidad.

Toluca y Tijuana salieron sin ganas

Tan gris estuvo el choque en términos generales que hubo escaseo de llegadas de gol. En el primer lapso por ahí Kevin Castañeda desperdició la ocasión más clara con disparo que se largó por encima del horizontal de la meta defendida por Hugo González. La afición por instantes expresó su malestar por que veía en la cancha sintética del Estadio Caliente que abucheó a los dos conjuntos cuando Toluca tuvo el balón en sus pies durante unos minutos sin acercarse a la meta rival y sin que Xolos le presionara.

En la parte complementaria todo mundo quería el milagro, una revolución, vinieron algunos cambios, pero nada funcionó. El plan de los entrenadores, tanto de Sebastián Abreu como de Antonio Mohamed, no mejoró el accionar de su escuadra, los dos equipos parecían conformarse con la igualada sin goles.

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En el último cuarto de hora, los escarlatas se acordaron de jugar, encerraron a los caninos en su propia cancha, pero sin la puntería requerida, el tiempo se agotó y el marcador no se movió. Terminó un juego que para nada será recordado.