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24, octubre 2025 - 18:49

┃ Pablo Sánchez

Los ball kids son fundamentales en cualquier juego de tenis. FOTO: PABLO SÁNCHEZ

Querétaro.- No es desconocido que los eventos como el Querétaro Open son posibles gracias a la enorme organización que existe detrás de ellos. Las tenistas exhiben su calidad en el Club Campestre de Querétaro sin mayor preocupación que jugar debido a la suma de los esfuerzos de los voluntarios que lo hacen posible, pero una de las figuras que podrían pasar desapercibidas en la cancha son los ball kids, quiénes se juegan el físico para que no les falte parque a las raquetas de las participantes del certamen de WTA 125.

Los ball kids, en su mayoría niños y jóvenes entre 8 a 15 años, se mantienen todo el partido en la cancha para proveer de pelotas a las tenistas y con ello asegurar que el enfrentamiento se mantenga sin contratiempos. Con la llegada del Mejor Tenis del Mundo a Querétaro, los pequeños aficionados del deporte blanco no dudaron en convertirse en voluntarios del torneo y a pesar del poco tiempo de preparación que tuvieron para aprender a desenvolverse en dicho rol, impresionaron a todo el mundo.

Los ball kinds del Querétaro Open tuvieron una dura preparación

Evaristo Cruz Mejía, coordinador de boleros del Querétaro Open, señaló el compromiso con el que los niños asumieron el reto de ser parte del torneo: “Llegué dos días antes del torneo para capacitarlos y en dos días aprendieron todo lo que ven ahora en las canchas, pareciera que lo estuvieran haciendo toda la vida. Yo puse lo más básico, rodar la pelota, tirarlo, los entrené y todo pero ayudó también el hecho de que todos juegan tenis, entienden mucho la lógica del juego”, dijo en plática con ESTO.

Andrés, uno de los jovenes amantes del tenis, afirmó que la práctica entre todos los ball kids fue fundamental para que alcanzaran el nivel que sorprendió a los asistentes del torneo. “La mayoría somos aquí del campestre y jugamos tenis, al principio nos costaba un poquito pero ya le íbamos agarrando, ya que le entendías, ya estaba más fácil y ya nos coordinábamos mejor.

Un gran esfuerzo convertirse en ball kid, pero vale la pena por conocer a las jugadoras

El esfuerzo que los niños realizan para estar en la cancha es enorme, pues tienen que vencer factores como los horarios de los partidos, el calor o el simple hecho de tener que despertar temprano al día siguiente para ir a la escuela.

“Lo más difícil no es estar aquí, sino hacer el tiempo para estar. Muchos de nosotros faltamos a la escuela, hicimos trabajos extras o hicimos todas las tareas en nuestras casas en la noche o en las mañanas”, apuntó Fernanda. “Luego amanecía con gripa, dolor de garganta, pero aquí sigo”, agregó, Pablo de 12 años.

La pasión de los niños por formar parte del primer certamen WTA 125 en su ciudad hizo que se sobrepusieran a las adversidades sin problemas, pues ver de cerca a las estrellas del deporte blanco los impulsa a alcanzar el sueño de pasar de ball kids a jugadores.

“La motivación para ellos ahí está, están junto a jugadora y se preguntan: ¿Por qué yo en unos años no puedo estar así? Esa parte motivacional la consiguen cuando están en cancha y yo creo que es la razón principal por la que están en uno evento como este”, cerró Evaristo.