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El deporte no descansa. Geoffrey Recoder
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Geoffrey Recoder

10, octubre 2025 - 4:13

Menos movimiento, menos aprendizaje

El 8 de octubre se conmemora en México el Día del Profesional de la Educación Física, una fecha que debería representar orgullo, pero que hoy exhibe una contradicción estructural: mientras el mundo desarrollado invierte en el movimiento como herramienta educativa, en México seguimos recortando horas de educación física como si el cuerpo fuera un estorbo para aprender. (Cabe señalar que, pese a su reconocimiento público, no se ha encontrado su publicación oficial en el Diario Oficial de la Federación, requisito indispensable tras su aprobación en el Congreso de la Unión.)

En Finlandia, los estudiantes tienen entre 5 y 7 sesiones semanales de actividad física; en Corea del Sur y Japón, más del 80 % del alumnado realiza ejercicio diario dentro del horario escolar. En contraste, México apenas alcanza 1 o 2 clases por semana, muchas veces canceladas por falta de espacio, materiales o simple desinterés institucional. El resultado es visible: ocupamos el primer lugar mundial en obesidad infantil según la OCDE, y estamos fuera de los 20 primeros lugares en PISA, la prueba que mide comprensión lectora, matemáticas y ciencias.

El discurso oficial presume una “educación integral”, pero el cuerpo ha sido expulsado del aula. La educación física se ha vuelto una asignatura marginal, cuando debería ser el eje motriz del aprendizaje y la base de una verdadera alfabetización corporal. Los países con mejores resultados académicos no separan la mente del cuerpo, la entrenan simultáneamente.

No se trata de romanticismo ni de bienestar emocional, sino de eficiencia educativa y política pública basada en evidencia científica. El movimiento mejora la atención, la memoria, el rendimiento cognitivo y reduce el ausentismo. Pero en México seguimos creyendo que estudiar es estar quieto.
El 8 de octubre debe ser un llamado a la acción, no una efeméride simbólica. Si no recuperamos el valor pedagógico del movimiento, seguiremos siendo un país que educa con el cuerpo inmóvil y aprende cada vez menos.

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