Luego que James “Buster” Douglas registró la más grande sorpresa de la historia al noquear al entonces fabuloso Mike Tyson, en febrero de 1990, para arrebatarle el trono absoluto de peso completo, Holyfield aplastó a Douglas en sólo tres rounds en octubre de ese mismo año.

“The Real Deal”, el apodo de Holyfield, podría traducirse como “El Auténtico”, o en modo coloquial mexicano, “La Neta”.

Holyfield se vio muy a gusto, al ser presentado ayer por Mauricio Sulaimán ante la prensa capitalina.

No obstante su ya probada valía para cuando corría noviembre de 1996, Evander estaba abajo 10-1 en las apuestas en su esperado primer choque contra Mike Tyson, y calló bocas al noquear a “Iron Mike” en 11 brutales episodios. En la revancha (junio de 1997) parecía encaminado a repetirle la dosis a Tyson y entonces éste le dio dos mordidas, una de las cuales le desprendió una parte del apéndice auditivo, para ser descalificado en tres rondas.

“The Real Deal” dejó marca de 44-10-1, 29 nocauts. Según reveló, fue capaz de derrotar a Mike Tyson porque supo calcular exactamente el momento adecuado de enfrentarlo.

Evander echó abajo el mito de que guerreros de su estirpe nunca sienten miedo. Recordó que tenía ocho años de edad cuando se puso los guantes con otro niño y tuvo esa sensación que emana de manera natural del instinto de conservación. “Comprendía que boxear es golpear y que no te golpeen, y yo pegué primero”, evocó.

A pregunta expresa, acotó que su compañero de boxeo olímpico y profesional, Meldrick Taylor, a quien se consideraba el mejor libra por libra, perdió contra un hombre extraordinario, y su verdugo no fue otro que Julio César Chávez, “el mejor boxeador mexicano, para mí”.

Sobre un imaginario combate contra el actual rey absoluto de los pesados, el ucraniano Oleksandr Usyk (igual que él, dominó totalmente a los cruceros antes de convertirse en soberano unificado de los pesos completos), asentó “Igual que si me preguntasen cómo me hubiera ido contra Muhammad Alí, diría que yo hubiese sido el ganador”.